La Vexilografía es el término utilizado para definir el estudio del grafismo y del diseño de banderas. Vexillum Artis se creo para desarrollar esta actividad. Bien diseñlando desde cero elementos graficos para el uso en las banderas como el rediseño o mejoras del diseño en banderas y escudos.
Sean oficiales o no, hay un fenómeno al que denomino «mal de la recopia». Los diseños que son creados por el ser humano sufren pequeñas o grandes variaciones en cuanto son reproducidas. Si se trata de una copia, ésta debería ser exacta en toda su extensión, pero lamentablemente ésto ya podemos decir por la experiencia que no es así.
Con mucha suerte y utilizando la tecnología de digitalización podemos realizar «capturas digitales» con una precisión tan elevada que los cambios no se apreciarian a simple vista. Aún así, cuando tratemos de usar esta imagen para reproducirla, inexorablemente sufrirá un cambio que surge del propio soporte y de la técnica de impresión.
Si la copia se realiza a mano alzada, tendría que tener muy buena presición para obtener resultados óptimos.
Lo que hemos observado en los escudos usados con mayor asiduidad, como «Coronas» «Leones» «Castillos» etc. es que en su origen fueron diseños realizados hace muchos años, cuando dibujar en sí ya era todo un reto. Los primeros papeles y las primeras tintas no dejaban margen de error en los trazados y los modelos a utilizar eran escasos aunque muy definidos. Los «Armorials» o libro de Escudos de armas fueron muy consultados para contrastar información y no repetir los diseños entre casa reales, familias de alto rango, Caballeros medievales. El acuñamiento de moneda también sirvió de fuente de inspiración y conocimiento para dibujar diseños nuevos.
Los diseño utilizados y copiados desde el origen hasta muy adentrados en nuestro siglo no sufrieron cambios exagerados o perniciosos. El porqué lo encontramos en que hasta hace no mucho tiempo, el acceso al dibujo profesional no era tan fácil como en nuestra época y para llegar a ocupar puestos de ilustrador oficial se requeria de muchas condiciones que iban más allá de la técnica o la facilidad para ejecutar un dibujo o copias.
A partir de los años 60 en adelante y con cada salto tecnológico las copias también han sufrido a la par. Los diseñadores gráficos o ilustradores «modernos» han tenido que convivir entre el dibujo a mano alzada con las nuevas técnicas informatización y digitalización. Siempre que ha habido la introducción de una nueva tecnología hay un proceso de aprendizaje y adaptación que provoca el descenso en la calidad. Aveces es por no saber copiar y utilizar modelos muy degradados con respecto al original. En otros casos por no tener la ambición necesaria para elaborar estudios históricos al respecto. Es entendible y compresible que hasta no tener la información de la que hoy disponemos, se hacía una labor de investigación muy difícil.
Hoy en día existe muchisimas ilustraciones tan tremendamente pobres, que degradan el sentido original. Tampoco se ve que exista una labor disciplinada. Se emiten y distribuyen por la red ilustraciones de muy baja calidad que luego son reproducidas masivamente por usuarios ajenos al diseño, con lo que se acentúa aún más la degradación del dibujo original. Por ello lo denomino el «mal de la recopia».
¿Hay solución para todo ésto? Si evidentemente…Redibujar basándose en los originales mejor conservados y estudiando el significado de cada elemento para entenderlo sin distorsionarlo o contaminarlo con nuevas tendencias.
Está claro que es una labor casi impagable, pues el conjunto de usuarios en su mayoría no se percatan de dichas distorsiones en los diseños. Sólo desde punto de vista académico o purista tendría un valor como conservador de la historia. Desde nuestro punto de vista es así y también como un motivo de especialización técnica y artística.
Nosotros desde el estudio Vexillum Artis proponemos la revisión de los casos más alarmantes y pondremos a disposición de los usuarios las versiones revisadas de escudos oficiales para el uso en banderas actuales e históricas.